Este estudio publicado en Resuscitation evalúa si un CO2 de fin de espiración menor a 10 mmHg puede predecir la inutilidad de la RCP.
Los autores revisaron 595 pacientes en PCR extrahospitalario tratados por un equipo liderado por anestesista en Dinamarca. Los resultados principales fueron:
- En 271 pacientes se registró el CO2 de fin de espiración inmediatamente después de la instalación de vía aérea avanzada.
- En 22 pacientes el CO2 de fin de espiración inicial fue menor a 10 mmHg. Cuatro de esos pacientes recuperaron circulación espontánea.
Los autores concluyen que un CO2 de fin de espiración inicial menor a 10 mmHg durante el PCR extrahospitalario no debe ser utilizado como punto de corte para predecir el retorno a circulación espontánea.
Comentarios
Este estudio nos recuerda algunos aspectos relevantes sobre el uso del CO2 de fin de espiración durante la RCP. Su valor absoluto es de difícil interpretación y no permite tomar decisiones aisladamente. Debe ser analizado en el contexto de cada paciente, tomando en consideración factores que pueden modificarlo (como las embolías pulmonares, problemas respiratorios, etc.).
Aprovechamos de recordar también que probablemente su mayor utilidad es la monitorización de la calidad de la RCP. La persistencia de un CO2 de fin de espiración menor a 10 mmHg durante la RCP debe hacernos excluir un desplazamiento del dispositivo de vía aérea avanzada. Si el dispositivo de vía aérea está adecuadamente instalado ese CO2 de fin de espiración bajo probablemente indica un gasto cardiaco disminuido y debemos excluir algunas situaciones como:
- Compresiones torácicas inadecuadas (frecuencia, profundidad, superficie, etc.)
- Hipovolemia
- Obstrucción al flujo sanguíneo (aumento de la presión intratorácica por ventilación con altos volúmenes o alta frecuencia, taponamiento pericárdico, neumotórax a tensión, embolía pulmonar masiva, etc.).
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