Suponga que debe elegir un nuevo desfibrilador para su lugar de trabajo. Los vendedores le cuentan las bondades de sus productos. ¿Existen nuevos datos sobre las diferencias entre ellos? Esta revisión sistemática nos recuerda información relevante.
Los desfibriladores se pueden clasificar según el tipo de onda de corriente que utilizan. La desfibrilación monofásica puede ser sinusoidal dampeada o exponencial truncada, mientras que la bifásica puede ser exponencial truncada o rectilínea.
Actualmente no está claro si existe diferencia en la efectividad de las diferentes formas de onda. Los autores realizaron una revisión sistemática de la literatura para comparar el éxito de la primera desfibrilación entre las diferentes formas de onda en el PCR prehospitalario, además de evaluar el éxito de diferentes niveles de energía.
Seleccionaron 8 artículos relevantes. Los resultados principales fueron los siguientes:
- La primera desfibrilación bifásica es más exitosa que la monofásica.
- No existe diferencia en el éxito de la primera desfibrilación entre los diferentes tipos de onda bifásica.
- No hay diferencia en el éxito de la primera desfibrilación bifásica con niveles de energía entre 120 y 200 J.
Discusión y conclusiones
Las guías de consenso sobre reanimación publicadas en 2010 reconocen que uno de los aspectos sobre la RCP de los que se tiene menos información es la efectividad de los diferentes tipos de onda de desfibrilación. Otro aspecto desconocido (que podría ser aún más importante) es el nivel de energía recomendado. De hecho, la recomendación actual es utilizar la dosis de energía recomendada por el fabricante. Es decir, se deja a la industria determinar una «dosis» que la ciencia no ha podido determinar.
Esta revisión no encontró diferencia en el nivel de energía bifasica. Esto es relevante, porque se ha demostrado que niveles menores de energía causan un menor daño miocárdico.
Los autores comentan acertadamente que este estudio tiene importantes implicancias para la industria (y para nosotros como compradores). En vez de enfocarse en la comparación del tipo de onda como estrategia de marketing (como algunos fabricantes hacen actualmente) deberían enfocarse en el desarrollo de soluciones innovadoras para aspectos que sí se relacionan con la sobrevida. Algunos ejemplos podrían ser el acortamiento de las pausas antes y después de la desfibrilación, así como la posibilidad de observar el trazado electrocardiográfico durante las compresiones torácicas.
Las limitaciones de esta revisión son el bajo número de estudios incluidos, su pequeño tamaño y su variabilidad. Esto impidió realizar un mejor análisis estadístico de la diferencia entre las ondas de desfibrilación para realizar un meta-análisis.
Los autores concluyen que las desfibrilaciones bifásicas son uniformemente más efectivas que las monofásicas, sin una clara ventaja entre los diferentes tipos de onda ni niveles de energía.
Comentarios
Han pasado varios años desde la publicación de las recomendaciones 2010 y la conclusión sobre este tema sigue siendo la misma: no hay nueva información relevante.
Reiteramos que existen pocos temas tan revisados y concensuados como la reanimación, por lo tanto lo más prudente es seguir haciendo lo que dicen las recomendaciones que se renuevan cada 5 años y no cambiar la conducta porque leímos tal o cual estudio.
Como usuarios de desfibriladores debemos tener muy claro este tema, porque el principal argumento de algunos vendedores son las ventajas de su «revolucionaria» onda de desfibrilación. Debemos saber que eso no es así y deben ser otros los parámetros que nos hagan decidir cuál desfibrilador comprar: duración, baterías, facilidad de operación, tiempo de cargado, opción de análisis automático de ritmo, etc.
Fuente
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la presencial.
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