Reanimación

Lesiones por rayos: para tener en cuenta

Lesiones por rayos: para tener en cuenta

Le avisan que deberá atender a un excursionista que fue golpeado por un rayo. No hay más antecedentes. ¿Qué lesiones esperaría? ¿Cómo las maneja? Acá un corto resumen.

El año pasado en una reunión de la Wilderness Medical Society (algo así como la “Sociedad Médica de Ambientes Extremos”) realizó unas guías de prevención y manejo de lesiones por rayos. No existe evidencia de alto nivel para este tipo de guías, pero en ese caso un consenso de expertos es muy útil.

Principales consideraciones

La mayoría de las víctimas tienen entre 20 y 45 años.

Hay cuatro tipos de lesiones por relámpagos:

  1. Lesión directa: es rara, causada por conección entre el rayo y la persona.
  2. Lesión por contacto: cuando la persona está en contacto con un objeto que es alcanzado por un rayo.
  3. “Side splash” ( “salto hacia el lado”): la corriente sigue el camino de menor resistencia y “salta” desde un objeto al cuerpo de la víctima.
  4. Corriente por el piso: el rayo viaja a través del suelo desde el punto de caída hasta el paciente.

Aléjese de las zonas de alto riesgo como cumbres, telesillas, agua o árboles aislados. Si se acerca una tormenta busque alguna cubierta adecuada y espere un mínimo de 30 minutos antes de reiniciar sus actividades al aire libre. Las mejores protecciones son edificaciones y automóviles con techo rígido. Otras opciones son cuevas, bosques densos o barrancos profundos.

Cuando el relámpago es inminente, siéntese o arrodíllese con sus rodillas y pies juntos para crear sólo un punto de contacto con el piso. Si está escalando amárrese individualmente y elimine los artículos metálicos para evitar las quemaduras por contacto.

Lesiones cardiacas

El mecanismo de fallecimiento es el paro cardiaco y respiratorio simultáneos (por mecanismos diferentes). Si la víctima sobrevive al rayo inicial probablemente sobreviva.

Generalmente el PCR es en asistolía, aunque podría también producirse una fibrilación ventricular. La apnea continúa después de que se recupera la circulación espontánea, lo que podría producir un PCR por asfixia si no se realiza ventilación a presión positiva. Por esa razón, los pacientes si signos vitales tienen prioridad de atención (su pronóstico es mucho mejor que los PCR de otra causa). La RCP básica y avanzada se debe realizar de manera estándar.

Se debe realizar un electrocardiograma y ecocardiograma en los pacientes que presentan o presentaron:

  • Sospecha de lesión directa
  • Pérdida de conciencia
  • Signos neurológicos focales
  • Dolor torácico o disnea
  • Trauma severo
  • Quemaduras de cráneo, piernas o mayors al 10%
  • Embarazo

Lesiones neurológicas

Son comunes y pueden incluir pérdida transitoria de conciencia, cefalea, debilidad, confusión y pérdida de memoria. Se puede producir una parálisis transitoria, que dura algunas horas y que se explicaría por espasmo vascular transitorio (se acompaña de palidez, ausencia de pulsos y pérdida de sensibilidad); de todas maneras se debe descartar una lesión medular.

Otras lesiones

Se pueden producir cataratas entre 2 días y 4 años después de la lesión.

La ruptura timpánica es común y puede ocurrir por una combinación de herida por explosión y eléctrica.

Se pueden producir alteraciones de la memoria y concentración, además de depresión, trastornos del sueño, labilidad emocional y conductas agresivas.

Fuente

Adventure Medicine