Para terminar la sección de riesgos posibles para el personal emergencista desde el punto de la psicología, presentamos las desviaciones de la salud mental.
Estos si son trastornos clínicos psiquiátricos. Alteraciones significativas a las que nos puede llevar la vida en emergencias si no prestamos atención a nosotros, nuestra salud, y como nos pueden afectar o no las experiencias de la vida en emergencias.
Trastornos Ansiosos: El trastorno más representativo de este tipo de secuelas es el trastorno por estrés post traumático, que se caracteriza por la aparición de síntomas un mes (o hasta 6 meses) después de haber padecido (o ser testigo) de un evento en que la persona vio su vida directamente amenazada o pensó que así lo estaba. Se caracteriza síntomas de evitación, re-experimentación (a través de pesadillas o flash backs) del evento y angustia (principalmente en vías físicas, sudoración excesiva, mareo, temblores, etc)
El trastorno por estrés agudo es muy similar, pero con la diferencia que se da antes del mes posterior al evento y es una reacción que puede acompañarse de «?disociación y amnesia» durante o inmediatamente seguido al incidente.
Estos son las descripciones formales, pero el sufrimiento asociado a estas vivencias es altísimo, la vida de las personas con estas enfermedades se va alterando de en todos los ámbitos – familiar, laboral, social, etc – quedan literalmente traumados…
Trastornos del ánimo: El trastorno más representativo es la depresión, que se caracteriza por una disminución siginificativa del ánimo, de la voluntad y la capacidad de disfrutar. Se manifiesta en síntomas como el llanto reiterado o excesivo, el pesimismo, el aislamiento, la falta o aumento significativo de sueño, no querer levantarse nunca de la cama, no querer despertar, o por el contrario no dormir nada. Alteraciones significativas del apetito también, pero por sobre todo el bajo ánimo… Esta suele estar asociada a algún evento, especialmente cuando se han producido perdidas, de vidas por ejemplo, pero también puede surgir de manera repentina.
Abuso de sustancias: Es una de los trastornos más habituales y mejor enmascarados en todos los respondedores de emergencia. El abuso de alcohol y drogas es bastante habitual, y consiste en el consumo desmedido y/o dependencia de este tipo de sustancias, por repetición y/o cantidad. No sé trata de volverse un abstemio, si no de poder distinguir cuando nosotros tenemos control sobre estas sustancias y podemos consumirlas para disfrutar ciertas situaciones. En véz de que estas tengan control sobre nosotros y donde independiente de la compañía o situación terminamos inevitablemente abusando de estas, de manera claramente «burda» casi mostrando que es para tapar algo que está mal en nuestras vidas.
Somatizaciones: Son expresiones de dolores emocionales a través del cuerpo, cuando comenzamos con dolores de cabeza, estomago, caída de pelo, temblores, resfríos, etc… de manera significativa y que no podemos atribuir mejor a una causa médica, podemos entrar a pensar que podríamos estar somatizando alguna emoción no procesada.
En general estas separaciones son académicas, en la vida real pueden darse de manera conjunta, y todas en general responden a la idea de una experiencia extremadamente significativa que trata de procesar la mente. Los síntomas son las maneras de lidiar mentalmente con la «deglución» de esas experiencias. Para nosotros como personas vinculadas a las emergencias, y donde por naturaleza estamos expuestos a vivencias y emociones fuertes, es extremadamente importante entender estas reacciones y dejar una puerta vierta para cuestionarse desde donde vienen y cuando me están afectando mi calidad de vida.
Todo esto le puede pasar a la gente vinculada a emergencias, le pasa, y es importante tenerlo claro. Para nosotros y para nuestros compañeros.
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Gracias..
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