Reanimación

Tubo laríngeo por paramédicos: ¿cómo funciona?

Tubo laríngeo por paramédicos: ¿cómo funciona?

Las guías de RCP del Consejo Europeo de Reanimación del 2005 y 2010 no recomiendan la intubación endotraqueal por paramédicos durante la PCR. Para ellos se recomienda el uso de dispositivos supraglóticos, entre ellos el tubo laríngeo.

Este estudio investigó el uso de tubo laríngeo por paramédicos de emergencias extrahospitalaria en Alemania, incluyendo 130 intentos de uso del tubo laríngeo. Sus resultados principales fueron:

  • En el 83% de los casos se instaló correctamente al primer intento y en el 93% al completar dos intentos. En el 7% la instalación del tubo laríngeo no fue posible.
  • Se logró una ventilación adecuada en el 86% de los casos.
  • En el 66% no se describieron problemas con la instalación del tubo laríngeo.
  • No se describió ningún caso de regurgitación durante o después de la instalación del tubo laríngeo.
  • En el 66% de los casos el tubo laríngeo se utilizó como el dispositivo de manejo de vía aérea de primera línea.

 

Discusión y conclusiones de los autores

El tubo laríngeo es recomendado como una opción a la ventilación con máscara o intubación, para paramédicos y médicos sin entrenamiento ni experiencia continua en intubación. Además, los dispositivos supraglóticos en general reducen el tiempo sin compresiones durante la RCP, por lo tanto deben ser considerados como un dispositivo de primera línea para el manejo de vía aérea y no sólo para rescate de situaciones complejas.

Datos anteriores mostraban un éxito del primer intento mayor al 95%, pero en este estudio fue menor (83%). El porcentaje de falla de instalación y de ventilación inadecuada también fueron mayores a otros estudios. Los autores no dan una clara explicación a este hallazgos.

Resulta positivo que no se describieran regurgitaciones de contenido gástrico. Éstas se describen en el 2% si se utiliza máscara laríngea y el 12% si se usa ventilación con bolsa-máscara.

Las principales limitaciones del estudio son su naturaleza observacional, la falta de comparación con un dispositivo alternativo y la ausencia de capnografía para verificar la instalación del tubo laríngeo.

Los autores concluyen que el uso del tubo laríngeo por paramédicos durante la RCP es exitoso, sin embargo reconocen que el porcentaje de problemas con su utilización es mayor que el reportado en otros estudios.

 

Comentarios

Efectivamente este estudio reporta un éxito menor al anteriormente reportado. Hubiera sido útil conocer cómo se realizó la instrucción sobre su uso al personal de ambulancias, pero esa información no aparece en el artículo. Ese punto es clave en el éxito de cualquier maniobra intermedia o avanzada de manejo de vía aérea.

Otro punto importante es que en un tercio fue una maniobra de rescate de vía aérea y en los otros dos tercios puede haberse elegido por la presencia de predictores de vía aérea difícil. Por lo tanto, probablemente se trata de un grupo de pacientes con características de vía aérea difícil y no representa un grupo de pacientes elegidos al azar. Esto podría explicar los malos resultados en comparación con otros estudios.

La ausencia de regurgitación es destacable, pero el estudio no se diseñó para buscarla. La regurgitación esperable con otros dispositivos supraglóticos es cercana al 2% y probablemente un estudio con sólo 130 pacientes es inadecuado para concluir algo al respecto. Sin embargo, como ya hemos comentado, no existirían datos que indiquen que la aspiración de contenido gástrico es significativamente mayor con dispositivos supraglóticos en comparación al tubo endotraqueal.

En conclusión, la utilización de tubo laríngeo parece una buena opción para el manejo de la vía aérea por paramédicos. El éxito de su instalación es variable, por lo que su uso requiere una buena formación y seguimiento continuo.

 

Fuente

Müller JU, Semmel T, Stepan R, Seyfried TF, Popov AF, Graf BM, Wiese CH. The use of the laryngeal tube disposable by paramedics during out-of-hospital cardiac arrest: a prospectively observational study (2008-2012). Emerg Med J. 2013 Dec;30(12):1012-6.

 

1 Comment

    ¡y para todos!

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