Con la popularidad cada vez mayor de la cirugía ambulatoria, los autores realizaron una revisión sistemática y meta-análisis para determinar si el tipo de anestesia usado tenía alguna incidencia en los resultados del paciente. La anestesia intravenosa total con propofol fue comparada con dos de los agentes inhalatorios más nuevos, sevoflurano y desflurano.
En total, se identificaron 18 ensayos; sólo se incluyeron los ensayos en los cuales ambos grupos recibieron o no óxido nitroso. Se asignaron aleatoriamente un total de 1621 pacientes a propofol (685 pacientes) o anestesia inhalatoria (936 pacientes). Si se excluían las causas quirúrgicas de admisiones no planeadas, no había diferencias en la admisión inesperada al hospital entre propofol y anestesia inhalatoria (1.0% versus 2.9%, respectivamente; p = 0.13). La incidencia de náuseas y vómitos postoperatorio fue menor con propofol que con los agentes inhalatorios (13.8% versus 29.2%, respectivamente; p < 0.001). Sin embargo, no se notaron diferencias en las náuseas y vómitos después del alta (23.9% versus 20.8%, respectivamente; p = 0.26). La duración de la estadía hospitalaria fue más corta con propofol, pero la diferencia fue solo de 14 minutos en promedio. El uso de propofol fue también más caro, con una diferencia de medias (95% IC) de £ 6.72 (£ 5.13 – £ 8.31); € 8.16 (€ 6.23 – € 10.09); $ 11.29 ($ 8.29 – $ 13.96) por episodio anestésico por paciente (p < 0.001).
Por lo tanto, basándose en la evidencia publicada hasta la fecha, el mantenimiento de la anestesia usando propofol parecería no tener nada que ver con la incidencia de admisión no planeada en el hospital y fue más cara, pero estuvo asociada con una incidencia disminuida de náuseas y vómitos postoperatorios tempranos comparado con sevoflurano y desflurano en pacientes que se sometieron a cirugía ambulatoria.